What would you like to search for?

Our News

Perú y Colombia unen esfuerzos para detener el tráfico de madera ilegal.

En Leticia, Amazonas, entre el 8 y 10 de noviembre del 2021, 21 miembros del gobierno local y nacional, organizaciones no gubernamentales, entes de cooperación y sociedad civil se reunieron para definir estrategias que ayuden a fortalecer el comercio forestal legal, justo y sostenible en la zona fronteriza entre Perú (región de Loreto) y Colombia (departamento de Amazonas).

El tráfico de madera ilegal es una práctica cada vez más común en la frontera entre Colombia y Perú, lo que amenaza los bosques de la región y algunas áreas protegidas como el Parque Nacional del Yaguas (Perú) o el Parque Nacional Natural Amacayacu (Colombia). Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), en Colombia, este es el causante de aproximadamente el 10% de la deforestación. En Perú, en los últimos años se ha determinado que la madera ilegal representa el 37% de la extracción de madera y se ha aumentado a aproximadamente 200,000 mil ha de bosques la deforestación de la Amazonía peruana.

Por esta razón, la Mesa Forestal del Amazonas (Colombia), la Mesa Regional Forestal y de Fauna Silvestre de Loreto (Perú) y la Mesa Regional de Control y Vigilancia de Perú—espacios de diálogo e intercambio entre los actores de la sociedad civil, el sector público y privado para la toma de decisiones sobre el sector forestal en la región— se congregaron durante tres días en Leticia, Amazonas, junto a miembros del gobierno local y nacional de ambos países, entidades no gubernamentales y de cooperación. La finalidad fue aunar esfuerzos y coordinar acciones conjuntas que mejoren la gobernanza forestal entre regiones y promuevan el comercio de madera legal y sostenible en ambos países.  

“El tráfico de madera es una problemática a nivel región, por esta razón, no debe tratarse de manera aislada, sino de manera articulada entre países y con la participación de todos los actores que hacen parte del sector forestal o que tienen alguna incidencia en él.  Aquí no podemos hablar de Perú o de Colombia de manera separada, sino de una región, y esta es una de las oportunidades para la articulación” explica Johana Herrera, oficial de Bosques y Cambio Climático de WWF Colombia.

Esta es una una acción implementada por WWF, con el financiamiento de la Unión Europea, que busca combatir el tráfico de fauna silvestre y madera a través del compromiso de la sociedad civil para el fortalecimiento de la aplicación de la ley y la cooperación con y entre las autoridades de la región Andes – Amazonía, conformada por Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y zonas de triple frontera con Brasil.

Dentro del espacio, los participantes compartieron las acciones que realizan en temas de trazabilidad forestal (es decir, los mecanismos que existen para hacer seguimiento a la madera desde su aprovechamiento hasta la comercialización), economía forestal y control y vigilancia, además de desarrollar un plan de trabajo para el corto, mediano y largo plazo, con el fin de ponerle un freno a la deforestación y degradación de los bosques y fortalecer el comercio forestal legal, justo y sostenible en la región. 

Como explica Carlos Garrid Rivera Ospina, Coordinador del Grupo de Bosques y Reservas Forestales Nacionales de la Dirección de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, este tipo de encuentros ayudan al cumplimiento de compromisos que ambos países  como el Pacto de Leticia, la Contribución Determinada a nivel Nacional de Colombia (NDC) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en donde existen distintos componentes sobre control de tráfico de especies, manejo forestal sostenible y fortalecimiento de la gobernanza forestal en los territorios. 
Asimismo, para Juan Carlos Bernal Leal, profesional especializado de Corpoamazonía y como parte de la secretaria técnica de la Mesa Forestal del Amazonas, expresa la importancia de este tipo de encuentros recae en que permiten evidenciar aquellos puntos de confluencia prioritarios entre ambos países, en el que debe enfocarse el trabajo articulado. “Nos damos cuenta que ambos países
comparten problemáticas muy similares y que gran parte de las soluciones pueden darse aunando esfuerzos y vinculándonos como región. El estar conectados y trabajando desde distintos frentes y con distintos sectores -desde gobierno, pero también desde sociedad civil- hace que este trabajo sea mucho más eficiente” explica. 

Por otro lado, para los participantes de la sociedad civil, como Bethsabet Cortegano, presidenta de la Confederación Nacional Forestal de Perú y de la Asociación Forestal de Loreto, indica que este tipo de espacios representan una oportunidad para establecer alianzas estratégicas con otros actores similares en los otros países, para aprender de ellos y empezar y fortalecerse conjuntamente. “A partir de este encuentro, iniciamos una alianza con la Mesa Forestal del Amazonas para desarrollar acciones urgentes, con el apoyo del gobierno nacional y del sector privado, lo que nos va a ayudar a fortalecernos como comunidades en nuestra lucha para frenar los alto índices de deforestación e informalidad, y promover el aprovechamiento responsable de los bosques” explica. 

Entre los puntos prioritarios encontrados en el espacio está la importancia de mejorar los mecanismos de colaboración fronteriza, además de establecer alianzas para apalancar la comercialización de productos forestales maderables y no maderables, con el fin de incrementar el mercado legal en el territorio. Asimismo, también se conversó sobre la importancia de fortalecer los mecanismos de control y vigilancia en ambos países y crear un esquema común para poder facilitar los procesos de exportación e importación. “Esto es un gran paso para la gobernabilidad del territorio, teniendo en cuenta que, con estos espacios, no solo vemos las debilidades que se tienen en cada país, sino que podemos generar mecanismos que nos permitan realizar un mejor control entre fronteras, conociendo más sobre los procedimientos y exigencias que tiene cada país” indica Rubí Peña, subgerente de Control y Seguimiento Forestal y de Fauna Silvestre del Gobierno Regional de Loreto. 

Por el momento, los siguientes pasos serán socializar el plan de trabajo con actores claves de cada país, además de empezar a desarrollar aquellas acciones que se definieron como prioritarias para mejorar la gobernanza forestal e impulsar el comercio de madera de origen legal. Asimismo, como lo explica Silvia Meléndez, subgerente de la Gestión Forestal y Fauna Silvestre de la Gerencia Regional de Desarrollo Forestal y Fauna Silvestre del Gobierno Regional de Loreto, la idea es seguir manteniendo ese trabajo coordinado entre pares de cada país y el contacto entre las mesas, con el fin de seguir revisando nuevas posibilidades de Encuentros para fortalecer el trabajo en conjunto.
© Kaori Wong / WWF Perú
Perú y Colombia unen esfuerzos para detener el tráfico de madera ilegal.
Ayúdanos a difundir este mensaje